miércoles, 25 de marzo de 2020

50m2 - Día 7

Qué poco me ha durado El Cachopo, ni dos días. Hoy he vuelto con mi profesora. 

¡¿Pues no va el cachitas de los calcetines estirados y me dice que hoy vamos a hacer los ejercicios en el jardín, o si no tenemos jardín, en la terraza?! Cachopooooooooo, que vivo en un pisito en el centro!!! Y hasta aquí nuestra relación. Breve pero intensa; media hora de intensidad y unas agujetas soportables. Me quedo con mi personal trainer de siempre; y mira que hoy, mucho “guapísima, campeona y qué bien lo estás haciendo” (no sé cuándo había escuchado esto antes…) pero ha dicho que “el glúteo es grande”, y ya no sé qué pensar porque estoy segura de que me estaba mirando cuando lo decía. En fin, la verdad duele. 

Y buscando nuevas opciones de entrenamiento, me han mandado una revista con 109 ejercicios sin gimnasio. Eso, eso, con 109 ya tendré para toda la cuarentena...¿no?... 

Además me gusta porque propone ejercicios con elementos que todos tenemos en casa (aprende, Cachopo) como una silla, botellas de agua, una toalla, papel higiénico… Aunque esto último sería de antes de la crisis del papel, que estamos ahora como para derrochar. 

Eso sí, lo que más me ha gustado, y lo que voy a ir poniendo en práctica ha sido el capítulo de “entrenamiento invisible”. Que ayer me lo decía un amigo y me hizo gracia, pero parece que eso existe. Y ¿en qué consiste? Os lo resumo con los puntos clave: descanso, sueño, hidratación y nutrición. Vamos, que mañana toca comer, beber y dormir. ¡¿Cómo no había descubierto esto antes?! 

Y así vamos pasando la cuarentena, mientras la musa sigue desaparecida. No sé si debería preocuparme o salir a buscarla; ahh, no, no... eso no está contemplado en las excepciones para salir de casa. Seguiré esperando. 

El caso es que estos días pienso en qué buen momento puse la fibra en casa. Y es que no me puedo imaginar pasar todos estos días sin internet; y eso que sobrevivo sin Netfly, HVEO, Amazona, Moliestar ni ninguna de estas teles de pago, pero el YuTuf que no me lo quiten. ¿Con quién iba a entrenar yo? Además, no creo que haya tarifa de datos de móvil que soporte este trasiego de memes, que no me da la vida para verlos y reenviarlos todos. ¡Qué estrés! 

Y la verdad es que al principio me resistía a la fibra. Había visto una buena oferta de ADSL y dije, esta es la mía, pues no. Esa oferta de ADSL era para nuevos clientes; a los que ya teníamos línea nos iban a encasquetar fibra, sí o sí. 

Bueno, total es prácticamente el mismo precio, pues adelante con la fibra. En dos días tenía al técnico en casa para instalarla. 

- Buenas tardes ¿dónde puedo enchufar el taladro? 

- ¿Taladrar? No, no, tú a mí no me taladras (esto me suena también haberlo dicho antes). No hombre, no, si yo solo quería mi router ADSL, no que me dejaran la casa con un queso gruyere. 

Pues tres días, cuatro horas de instalación, dos routers y dos agujeros más tarde, tenía la fibra en casa. Al final no había sido para tanto. (versión reducida de la odisea de poner fibra en casa) 

En fin, con lo bien que estaría yo leyendo un libro mientras hago entrenamiento invisible… 



Mañana más, y !un día menos! 













¿Dónde estará mi musa?

1 comentario:

  1. Jajajaja. Sigue sigue, que la musa la tienes cerca. Yo estoy buscando a Rasputin, que debe haberse metido debajo de la cama pa no contagiarse, que con lo torpe que es... Pero ya han pasado muchos días y lo voy a sacar de ahí

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