viernes, 1 de mayo de 2020

50m2 - Día 34

Arranca el mes de mayo con el que puede ser el último día de la marmota, al menos el día de la marmota tal y como lo hemos vivido hasta ahora en confitamiento. A partir de mañana cambiarán nuestras rutinas y poco a poco, dicen, volveremos a la normalidad, aunque no sabemos cómo será la normalidad que nos espera y ya se habla de encuentros en la tercera fase… Habrá que esperar para comprobarlo.

Para lo que no hay que esperar mucho es para poder salir a hacer ejercicio y pasear. Pero ya puestos, digo yo que no nos importaría esperar unas horas más y no tener que madrugar para salir a la calle. ¿Las 6 de la mañana? Mi despertador hace tiempo que no ve esa hora, bueno, ni esa ni ninguna, le di vacaciones cuando empezó todo esto y ahora hacerle volver a trabajar y a esas horas… no sé cómo se lo va a tomar, pero habrá que hacer el esfuerzo. Claro que la otra opción es salir a las 8 aprovechando el momento de los aplausos para venirse arriba y empezar el ejercicio jaleado por los vecinos, si es que no han pensado todos lo mismo y queda alguien en  el balcón. Veremos qué nos depara la suelta.

Y hablando de balcones y de venirse arriba, ya he visto en las noticias que hay denuncias a gente por cantar en los balcones a la hora de los aplausos. A ver, que se nos ha subido a todos la vena artística estos días, pero igual aprovechar el público cautivo de los balcones para desempolvar el karaoke y dártelas de Dúo Dinámico, no es buena idea. Primero es bueno probar en casa, en la ducha o con el “SingStar” y si ves que el videojuego peta, piénsalo dos veces antes de salir al balcón a compartir tus (dudosas) dotes artísticas con el vecindario. De nada.

Pero lo más importante de las noticias es que mañana podremos salir a pasear y ya están más claros los términos para poder hacerlo. Lo que me sigue perturbando es el tema del chándal y las escasas o nulas recomendaciones que ha hecho el BOE al respecto. ¿Se podrá usar dentro y fuera de casa? Por no hablar de la vuelta al uso de sostenes. ¿Tendrá que ser también gradual? ¿Por franjas horarias? Veo bastantes lagunas aún en todo este tema. Voy a probar a preguntar por Twitter a Pedro, a ver si me aclara algo.

Y es que en estos tiempos me he vuelto muy tecnológica y hasta me he abierto una cuenta en Twitter, ni sé para qué ni controlo muy bien cómo funciona, pero ahí estoy  #Curruquilla.
Tan tecnológicos estamos todos, a la fuerza, que ahora hasta los cumpleaños se celebran en modo virtual. El otro día estuve en uno a través de una de esas aplicaciones que se utilizan para hacer vídeo conferencias. Y menudas risas, sobre todo para los demás, porque la aplicación no me permitía usar el micrófono y me pasé todo el cumpleaños mudita, jugando a las películas cada vez que quería decir algo. Eso sí, les ahorré el concierto de ukelele a todos los invitados, que como no me escuchaban me vine arriba y menuda serenata; suerte (para los vecinos) que no tengo balcón.

Claro que la tecnología está bien, pero a veces tiene sus fallos y así me pasé el cumpleaños sin poder abrir la boca, eso sí, haciendo el tonto, como siempre, que Curruquilla no puede pasar desapercibida. Hoy tengo otra “vídeo fiesta”, que es viernes y además festivo; espero no desparramar mucho, que luego las cervezas con limón se suben a la cabeza y mañana toca madrugar.
Pero estas aplicaciones no solo sirven para hacer fiestas; ya os conté que estoy siguiendo unas charlas de naturaleza que hacen cada tarde a través de Zoom, y os conté también los “peligros” de no saber utilizar bien la aplicación con la gente que se deja las cámaras o los micros encendidos. Ayer volvimos a tener figurantes durante la charla. Un tipo se pasó un buen rato enseñándonos cómo tendía la ropa mientras pretendía seguir la conferencia; para que luego digan que los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez. Eso sí, lo más divertido fue la conversación en el chat:
- Ese señor tendiendo la ropa, ¿no sabe que sale en la tele?
- Mientras no vaya al baño…
- Un hombre de su casa.

Claro que sí, todos queremos nuestro minuto de gloria. A ver qué nos depara la charla de hoy.

Y con esto me despido hasta el lunes. Feliz fin de semana.

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