miércoles, 8 de abril de 2020

50m2 - Día 17

Casi mitad de semana ya, y parece que fuera lunes, o viernes, o yo que sé. Pero bueno, que ya es miércoles, cómo pasa el tiempo, ¿ehh?...

Y es que aquí el que no se entretiene es porque no quiere. Que ya me han dicho que hay hornos por ahí sorprendidos de estar tan limpios. Vamos que será por cosas que hacer en una casa...
A mí aún no me ha dado por eso (ya sabéis mi afición a procrastinar), pero sin embargo hoy me he puesto con algo también muy entretenido a la par que enriquecedor (para algunos más que para otros). Me he puesto a hacer la declaración de la renta, con un par.
 “Aceptar – aceptar - firmar aquí - confirmar declaración”. Sí a todo, siempre (es mi máxima, y así me va).  Pues no ha sido tan difícil. Y además me van a “pagar” por ello. Empiezo la mañana a tope.

Y con ese subidón de ganar dinero al instante, y después de fotosintetizar un rato al solecito en la ventana, qué mejor que seguir con el entrenamiento diario.
Para las personas que me han llamado “infiel” por pasarme al chavalote majo de la gorra, decirles que… hoy lo he vuelto a hacer. Sí, así soy. No es que haya dejado a mi profesora, que hoy me ha machacado con una rutina de lo más completa, pero tengo que decir que le he cogido el gusto a la zumba de Gabriel y he terminado con otro ratito de baile a ritmo de cuuuuuumbiaaaaaa.  Y deciros que hoy por fin mi profesora lo ha reconocido. Si ayer os comentaba que no la había visto sudar, hoy se ha confesado sudando, eso sí, yo no he visto ni una gota, pero ya caerá, ya.  
Y siguiendo con el mundo fitness y del autor de “salto a la comba sin comba”, hoy llegan las sentadillas con bombona de butano. Claro que sí. Miedo me da qué puede ser lo próximo.

Pero no todo puede ser ejercitar el cuerpo, también hay que darle algo a la neurona de vez en cuando para que no se aburra, y ayer por fin pude seguir con la conferencia sobre la foca monje que se quedó a medias la semana pasada, y ya sabemos que no es bueno dejar nada a medias. Hoy toca charla sobre exoplanetas. Hay que cultivar cuerpo y mente, y a mí a este paso me va a salir un huerto.

Y ahora abro una breve cuña informativa, especial para los que vivís en la sierra, que parece un sitio muy tranquilo, pero ojo, según me comentan, la situación se está recrudeciendo, y ya no es fácil vivir tan tranquilo, hay que andar con cuidado. Ayer Rikar sufrió un intento de robo. El burrito Pepe (al que podemos ver en la imagen) presuntamente casi le deja sin café cuando nuestro querido lector, en su paseo perruno diario, se acercó a la valla tras la que vive el bueno de Pepe, también confitado, y dejó su café para tomarse un selfie con él. El resultado, de no haber reaccionado a tiempo, podría haber sido dramático; una persona sin su café vespertino y un burro cafeinómano corriendo desbocado por el prado. No quiero ni pensarlo. Cuánto daño están haciendo los selfies.

Y termino la crónica del día con mi plan de escape frustrado. Lo dejo para el final aprovechando que los espías no habrán llegado leyendo hasta aquí. Confesaros que el plan sigue en pie. Ayer el vecino de abajo tenía unas cajas vacías de su pedido de la compra en la escalera… No digo más. Voy llamando al transportista. ¡Y sin necesidad de quitarme un brazo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario