lunes, 27 de abril de 2020

50m2 - Día 30

Ya estamos de vuelta por aquí, lo cual significa que debe de ser lunes. ¿Qué tal el fin de semana? El mío con novedades, para variar.

Pero antes de contaros mis tontunas del fin de semana, no puedo pasar por alto el consejo de cierto presidente, de inyectarnos alcohol. ¡Claro que sí, Donald! Si dicen que el alcohol es bueno ¿cómo no se nos habría ocurrido antes? Ya lo dije yo con el Listerine y nadie me hizo caso, pero aún no se me había pasado por la cabeza meterme un chute. Pues ea, ya tenemos la solución. Y como dicen que el jabón también protege del contagio, he probado a chupar una pastilla de Lagarto, no sabe bueno, pero dicen que es el mejor para todo. Ya os contaré.
Claro que, al día siguiente de tan acertadas declaraciones, parece que alguien le dijo al señor Donald que eso no estaba bien y rectificó diciendo que “era broma”. Vaya… si es que hay quien no pierde el humor… Menudas risas los que ya estaban bebiendo lejía. Pillaron el chiste tarde.

En fin… Paso a resumiros mi fin de semana. Pilates, estudio de la fauna serrana y operación pelusa. Vamos por partes.

El pilates es algo que nunca me había llamado la atención, pero era la propuesta de entrenamiento de mi profesora para el sábado y había que probar. Diez minutos creo que duré antes de pasarme al aeróbic. Requiere menos esfuerzo, mental sobre todo, que una en fin de semana está con la neurona de guardia y no da para tanto. “Piernas separadas, dedos alargados, rodillas estiradas pero no bloqueadas, pelvis neutra, hombros bien posicionados conectando las escápulas, cuello alargado y coronilla proyectada”. Y de esa guisa intenta moverte sin perder la alineación del cuerpo y manteniendo la respiración. Casi me da una parálisis. No está una hecha para eso. Me paso a las sentadillas con remate de cabeza.

Eso en cuanto al cultivo del cuerpo, para la mente y viendo el panorama viajero que nos espera, el fin de semana he aprovechado para estudiar la fauna serrana para mis safaris. Y como el capítulo de vacas, ovejas y gallinas ya me lo sabía, pasé a estudiar los “bichos” pequeños. ¿Sabéis la cantidad de especies de arañas que puede llegar a haber? Una “jartá”. Y reconozco que no soy yo mucho de arañas, pero me gustó una que tiene una técnica curiosa para atrapar a sus presas: realiza una especie de tubo en el suelo, lo camufla y espera a que su presa se acerque para atacar en un solo movimiento y arrastrarlo a la madriguera. “Pa´dentro”. Curiosa, la araña, me gusta. Mañana paso al capítulo de las aves, que seguro que también hay mucho pájaro por ahí.

Y para rematar el fin de semana: “operación pelusa”. Y me consta que no soy la única que se ha dado a la limpieza este fin de semana, a alguno incluso se le ha ido la mano con la lejía, pero es que ya tocaba. Yo estaba dejando crecer las pelusas a ver si se hacían mayores, se independizaban y se iban solas de casa, pero no hay manera. Y así pasa, que ha salido alguna que creo que si le pongo un collar y la saco a la calle, da el pego como mascota. Probaré.

Y eso es todo lo que ha dado de sí el fin de semana. Eso y… ¡notición! Avances en mi plan de escape (o eso pensaba). Me escribe una amiga y me dice que tiene una caja con un tamaño adecuado para enviarme. Perfecto, ya solo tenía que ir a por la caja, empaquetarme y lista para escapar. Y ¿dónde está la caja? En los contenedores de reciclaje, en Villalba, a 40 kms… Se me está complicando el plan. Si lo que quiero es enviarme a la sierra y tengo que ir a por la caja a Villalba, creo que a poco más ya llego a destino, aunque casi que ya me espero y voy engrasando la bici para el sábado.
Mañana más. Martes, no digo nada.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario